Crónica de un golpe anunciado

Por Guadi Calvo

Como era de prever finalizado el ultimátum de dos días dado por el ejército al presidente egipcio Mohamad Morsi, en una acción incruenta ha sido derrocado.  Un fenomenal error de cálculo hizo que Morsi, se confiara en el poder que en apenas un año de gobierno había podido tejer junto a su partido Libertad y Justicia, la cobertura política de la tenebrosa Hermandad Musulmana.

Morsi, ayer mismo, respondió al ultimátum con un discurso de tres horas donde desafío al ejercito, lo que genero enfrentamientos entre partidarios de Morsi y la policía dejando veintidós muertos y doscientos heridos, lo que lleva a cincuenta el número de muertos desde el comienzo de esta nueva rebelión civil hace no más de veinte días.
El comunicado firmado por el jefe del Estado Mayor y hombre fuerte del ejercito Abdel Fattah al-Sisi dice que: “La Constitución egipcia ha sido temporalmente suspendida y el presidente Mohamed Morsi va a ser remplazado al frente del país por el presidente del Tribunal Constitucional”.

El comunicado expresa también que el Estado Mayor desea que se  convoquen elecciones presidenciales y parlamentarias y se cree un comité de reconciliación nacional que incluya a los movimientos juveniles.

El Estado Mayor ha nombrado a Aldy Mansour, jefe del Tribunal Constitucional, nuevo presidente interino de Egipto. Entre otras medidas tomadas por el ejército se han clausurado los canales de televisión islamistas y se ha prohibido la salida del país de miembros de los Hermanos Musulmanes que anoche se habían reunido de urgencia con los grupos salafistas como Al Gama al Islamiya, organización terrorista que había renunciado a  las armas en 1999 y se convirtió en el principal socio del presidente y su grupo. Ayer en una  conferencia de prensa, la coalición de partidos islamistas alentó las manifestaciones y rechazó "cualquier tentativa de enfrentar al ejército contra la legitimidad democrática". Se desconoce hasta el momento la suerte del ex presidente Mohamad Morsi y del líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed el Beltagui.

Es muy pronto para analizar las consecuencias inmediatas de la nueva situación política de Egipto, pero más dudas y preocupaciones deben tener en Tel Aviv, Washington y Londres.  Egipto es un país clave, fundamental, de suma importancia para el siempre complejo equilibrio israelí en la región, un cambio de dirección en la política egipcia,  no solo debilitaría muy fuertemente la situación de Israel, sino, que ya, inicialmente favorece la escenario del presidente Bahsar al- Assad, recordemos que Morsi no hace más de quince días, no solo había roto relaciones con Siria, sino que propugnaba la  intervención armada contra el gobierno constitucional, al tiempo que religiosos suníes radicales llamaban a la guerra santa.  A lo que el líder del ejercito Abdul Fattah al-Sisi reaccionó declarando: “El papel del Ejército es de defensor de las fronteras  y los militares no permitirían que Egipto entre en un túnel oscuro de conflictos, guerra civil, luchas sectarias ni el colapso de las instituciones del Estado”.

Un gobierno independiente de la influencia norteamericana/ israelí e inglesa, bajaría en mucho los arrestos guerrerista contra Irán, y sin duda pondrían en caja a muchos gobiernos árabes pro occidentales.

Tampoco habría que distraerse de las posibles acciones violentas de al- Qaeda, ayer Ayman al Zawahiri, hermano del líder de la organización terrorista, afirmaban que apoyarán a Hermanos Musulmanes con una resistencia armada ante el derrocamiento del presidente Morsi. Esta afirmación junto al comunicado de la rama de Al Qaeda en Sharquiya, ciudad natal de Morsi, donde se declaraban en guerra contra ejército egipcio.
El escenario egipcio convoca a muchos actores, más allá del pueblo egipcio que tiene cuestiones por aclarar. En estos días, cada uno, empezara a recital su monólogo.