Los bancos escrituran Europa

Por Hugo Presman

Hay momentos en la historia donde caen las máscaras que permiten disimular quiénes ejercen el poder real. Hace poco en Grecia, nada menos donde se atribuye que nació la democracia, al ex primer ministro Giorgios Papandreu se le ocurrió proponer consultar a su pueblo acerca de los ajustes exigidos por el Banco Central Europeo y los socios mayoritarios (Alemania y Francia); ajustes formulados bajo el pretexto de encontrar una salida, cuando la realidad es que el resultado a lograr es clausurar cualquier solución que beneficie a los griegos. Le prohibieron toda consulta y fue desplazado y sustituido por un hombre integrante del sistema financiero. En Italia, el reiteradamente elegido e impresentable Berlusconi fue reemplazado por otro representante de las finanzas internacionales: Mario Monti. Entre las medidas de ajuste que había intentado Berlusconi, según los cables, se estableció que: “El programa de austeridad, valorado en alrededor de 79 mil millones de euros, fue rediseñado por el gobierno con el objetivo de tranquilizar a los mercados ante la incertidumbre generada por la enorme deuda pública italiana, cercana a 120% del Producto Interno Bruto, y un crecimiento económico casi nulo.”

Este plan fue definido "para el bien de los italianos". Sin embargo el ex titular de defensa Antonio Martino, declaró que el peso de los recortes se hará sentir sobre los más pobres, pues entre las medidas contempladas se prevé un recorte de las pensiones, el retraso en la edad de la jubilación y la reducción de los beneficios fiscales. Por otro lado, se reintroduce el copago sanitario, por el que los italianos tendrán que abonar 10 euros para visitas a especialistas y 25 euros para los servicios de urgencia que no requieran hospitalización.

Además, el nuevo plan “congela los salarios de los empleados públicos, recorta los fondos de las entidades estatales e impone el pago de una tasa sobre los depósitos bancarios de hasta 1,100 euros para las cuentas superiores a 500 mil euros y también prevé la privatización de empresas estatales y municipales.” A su vez Mario Monti, sucesor de Berlusconi, propone y agrega: “un retraso de la edad de jubilación (a 62 y 66 años en 2012 para mujeres y hombres), así como la reintroducción del impuesto de bienes inmuebles sobre la primera vivienda y su extensión a la segunda y tercera, y el aumento del IVA a partir de septiembre del 21 al 23 %. El texto congela además las pensiones a partir de los 1.400 euros mensuales e instaura una tasación del 0,4 % para los capitales evadidos que pudieron ser regularizados durante el mandato de Berlusconi gracias a una amnistía fiscal, que en 2012 y 2013 aumentará hasta el 1 y el 1,35 %, respectivamente.”

Alemania hoy impone pautas que guardan semejanzas con la que los ganadores de la Primera Guerra Mundial le aplicaron por el Tratado de Versalles. No resulta ocioso señalar que eso fue uno de los motivos que dio origen al nazismo y desembocó en la Segunda Guerra Mundial.
En un rapto de sincericidio, luego de proponer e implementar las leoninas medidas de ajuste enunciadas, Mario Monti realizó descarnadas declaraciones, mezcla de poder omnímodo y cierto humor a lo Groucho Marx. Declaró: “Me sorprende ver que hay comprensión por parte de los italianos sobre las medidas. Un gobierno como el nuestro debería tener una popularidad equivalente a cero.” “Ninguno piense que haya otro ajuste en el sentido clásico, ni que como ha habido un plan de ajuste duro y robusto ahora haya holgura presupuestaria.” “Sigo con interés lo que escriben los diarios, frecuentemente me entero de cosas que he dicho.” “Para los alemanes soy el yerno ideal: hablo poco, visto de manera seria y no hago mucho ruido. Para los alemanes lo más importante está hecho.” “¿Políticos en el gobierno? No lo pensamos jamás, jamás reflexioné sobre cambios en el gobierno.”

Un corte de gerentes de las finanzas intenta y ya lo ha conseguido escriturar países a sus nombres. Una nomenklatura presuntamente técnica gerencia las acreencias de los préstamos.
El pueblo vota, pero el poder está en otro lado.

Como una burla grotesca, Monti compra 131 cazabombarderos F 35 por una suma aproximada de 20.0000 millones de euros. Italia mantiene soldados en “misiones de paz” en quince países, como Irak, Afganistán, el Congo, etc. El gasto militar per cápita de Italia es superior al de Alemania y Japón.

Mientras tanto, el euro cumple 10 años y varios países analizan la posibilidad de salir de la eurozona y otros que querían entrar ahora dilatan su ingreso.
Sin embargo, en Grecia, un país que no tiene destino si no decreta la cesación de pagos, una quita importante de la deuda y la salida del euro, la población no quiere partir de la eurozona.
Según un sondeo realizado por Kapa Research, el 77,2% de los griegos desea permanecer contando con el euro como moneda única.

Cualquier parecido con la convertibilidad y la sociedad argentina que equiparó al empate monetario con un sacramento, es más que coincidencia.