El establishment global
se encuentra en una situación de catástrofe, pero no por eso hace nada
positivo, se limita a seguir haciendo más de lo mismo, con lo cual su situación
se agrava día a día. Gracias a Dios, ellos se aproximan a su punto de
implosión, como lo hizo la “superpotencia” soviética hace dos décadas.
Veamos que sucede en los
tres pilares en los cuales el establishment se sustenta: El dinero, la
estructura político-legal y la conciencia de los ciudadanos.
Los bancos no sirven más.
Todo el sistema está
armado para inventar dinero a partir de los depósitos de la gente. La gente
deposita 1.000 euros y ellos prestan 9000. ¡Buenos muchachos!. Ellos prestan lo
que no tienen, por lo tanto no pueden pagar a los que les deben.
Los bancos han armado una
enorme y larguísima cadena de cheques sin fondos, y en cuanto alguien les pida
que lo paguen con algo concreto, no con monedas sin respaldo en la economía
legal, sino con bienes reales, todo el sistema se desmorona.
Eso se llamó “efecto
dominó, y todos los banco pueden derrumbarse en cadena. Por eso las emisiones
de dólares y de euros no van aumentar a la economía real, sino a seguir
disimulando la economía ficticia inventada por los bancos.
El Problema surge cuando
se les exige a los bancos que muestren cuánto dinero tienen de verdad, y cuanto
es el dinero que han prestado realmente. Pero como gran parte de ese dinero es
solamente una ficción contable destinada a ocultar los latrocinios de los
bancos y la burocracia corrupta, nunca pueden decir la verdad.
Tampoco se puede permitir
que nadie escudriñe las cuentas, porque los desfalcos han sido muy burdamente
realizados. Así que ahora que el Primer Ministro griego, propone hacer un
plebiscito, no sólo es obvio que la gente no va a salir a defender a los
bancos, pero si es posible que estos queden bajo la luz de los reflectores de
la atención pública. Así que el destino de Papandreu no va a ser muy diferente
del de Adolfo Rodriguez Saá cuando propuso que el Congreso evalúe la legalidad
de la deuda externa argentina. ¡De eso no se habla!
Pero ahora ¿quien les va
a confiar un euro?, y si nadie deposita nada en estas “sagradas” instituciones
ya se sabe que no pueden hacer otra cosa que quebrar o, bendito sea el Cielo, o
irse de los países saqueados antes de que la catástrofe sea mayor.
Ante la sola mención de
hacer una consulta popular para preguntarle a los que deben pagar por el
desastre generado por los bancos, el poder del dinero tiembla, y con él se
desmorona la corrupción de los políticos organizada por estos sectores para
lograr la complicidad para sus estafas.
Así, la estructura política
y legal, se desmorona.
“Que se vayan todos”
grita la gente y esto quiere decir que nadie en el establishment se le debe
otorgar poder real de ahora en más.
No pueden seguir
controlando los resortes legales y administrativos pues los han usado para
saquearnos, y eso se ha constituido en todo un sistema integrado por corruptos
y corruptores, inútiles y cipayos, pasados y presentes, y fundamentalmente a
los que representan o gerencian intereses vinculados a la Usurocracia Dominante.
Mientras, la Partidocracia se
abraza entre si para sobrevivir al naufragio, mostrando ya sin pudor que
cualquier diferencia entre sus discursos era un engaño para lograr que la gente
los votara, ya todos saben que son lo mismo, y repudiables por igual.
La partidocracia ha
mostrado que es un sistema capaz de combinar hombres y mujeres delincuentes,
con ignorantes, con inútiles, con impotentes y con traidores a la patria.
Ya ningún dirigente
políticocrático ni ningún partido político tiene otro futuro que la decadencia
y la disolución final.
Las comunidades no solo
quieren que los personajes se vayan sino que se generen nuevas organizaciones
políticas que no puedan ser manejadas como títeres por los verdaderos dueños
del poder, los ricos y poderosos que son soportados por el Imperio
Internacional del Dinero, que ahora avanza en su propia crisis.
El sistema jurídico se ha
convertido en una mascarada patética.
La “majestad” de la
justicia se encuentra en manos de un grupo de bribones, al servicio de los
mismos intereses que los políticos, y la pelea de perros que existe entre esas
dos bandas no conmueve ya a nadie, la gente quiere que todos pierdan, … y se
vayan de una buena vez. Ninguno garantiza nada.
La gente ya no escucha más
cantos de sirena
Los medios y periodistas
emiten sólo discursos vacíos que la gran mayoría ni siquiera toma en cuenta,
como no sea para definir, cada vez con mayor precisión por cuenta de quien
mienten.
Su antigua
autosuficiencia de “poseedores de la verdad” se desmorona a ojos vistas.
La gente ya no los
escucha, por el contrario, está realizando asambleas virtuales en todo el
planeta, y saliendo a las calles como
tratamiento intensivo de desintoxicación informativa.
Pero, como todo jugador
empedernido, el establishment internacional, y su sistema financiero comandado
por un FMI que se desmorona, busca ampliar la apuesta: proponen hacerse cargo
de todos los resortes de la economía europea, manejar el sistema financiero, la
aduana y sueñan con eliminar todos las estructuras políticas existentes que
tienen la osadía de hacer cosas como llamar a un plebiscito.
Esa historia, que ahora
ocurre en los países centrales, nosotras ya la vimos, ya la pagamos con 30.000
desaparecidos y 3,2 millones de jóvenes argentinos que emigraron gracias a la
versión local de ese discurso.
Ahora Internet
“globaliza” la rebelión contra los bancos, y todo el mundo se desayuna que la
mitad de la riqueza existente fue a parar al 1% de los que manejan la usura
mundial, mientras que la otra mitad se tiene que repartir con el 99% de toda la
gente.
Se menciona la palabra
plebiscito y caen todas las bolsas, pero la solución real a esta situación
imposible existe desde los albores de la civilización: es el JUBILEO.
Para desatar este Nudo
Gordiano sólo se necesita decretar la caducidad de todas las deudas.
Nadie deberá nada a
otros, ni los bancos deberán nada, ni nadie deberá nada a los bancos.
Es un procedimiento
sencillo y fácilmente comprensible por todos, pero claro, la Usurocracia perdería
todo el enorme poder que ha acumulado.
La “Usurocracia
Dominante” se encuentra estupefacta.
No se les ocurre ninguna solución.
Si bien cuentan para sus
planes con la complicidad de tipos siniestros como el premier francés Sarkozy,
instalado allí por la CIA ,
paara que las fuerzas armadas de Francia se subordinen a la NATO , y también cuenta con su
jefa, Angela Merkel, aunque detrás de ellos está Estados Unidos y la Corona Británica.
También cuenta con la
pinza izquierda de la entrega: los provocadores y críticos sin propuesta,
tradicionalmente encargados de provocar los disturbios que justifiquen la
represión, que han tenido que hacer mutis por el foro, perseguidos por las
multitudes que quieren el cambio.
Los ricos están
desesperados.
No pueden aceptar que la
gente ha despertado de su estado de inducida indiferencia, que tengan el
atrevimiento de querer saber de qué se trata, que piden cuentas sobre lo que
hacen con su país, con su dinero, con su trabajo o su falta de él, con su futuro.
Y no cejan en la lucha y
además perfeccionan las alternativas populares que crecen como hongos después
de la lluvia en todas las metrópolis globales, es el pueblo el que ya no quiere
escuchar a los representantes mediáticos del saqueo organizado.
El sistema se desmorona y
no tiene retorno, y como los candidatos de la derecha argentina, todo lo que
hacen apresura su derrumbe.
Es el momento de inventar
algo nuevo, algo que permita que en cada comunidad, en cada barrio, en cada
ciudad, en cada región los ciudadanos se organicen para construir su propio
destino, para llevar adelante un proyecto común, que les permita asegurar su
futuro y el de las futuras generaciones.